Tema 3. La enseñanza-aprendizaje y certificación de lenguas extranjeras por las instituciones internacionales
¡¡Hola a tod@s y bienvenid@s a una entrada más de mi Blog!!
En esta ocasión vamos a tratar un contenido relacionado con la asignatura Las Lenguas Extranjeras en el Contexto Español e Internacional. En el tema 3 de esta asignatura, estuvimos viendo y analizando, entre otras muchas cosas, los diferentes métodos que existen para la enseñanza de lenguas extranjeras. A lo largo de esta entrada vamos a analizar detalladamente cuáles son las características y el origen de uno de esos métodos: la metodología por proyectos o el aprendizaje basado en proyectos (PBL). La metodología por proyectos es uno de los métodos comunicativos más exitoso de los últimos tiempos. Sin embargo, si analizamos un poco cuáles fueron sus orígenes podemos descubrir que, según varios autores, a partir de mediados del siglo XIX ya se comenzó a utilizar en diferentes ciudades de Europa una metodología muy similar a lo que hoy conocemos como aprendizaje basado en proyectos. A continuación, os dejo una pequeña línea del tiempo creada por mí en la que podréis apreciar cuál ha sido la evolución de esta metodología a lo largo de las décadas.
Sin embargo, no fue hasta el año 1918 cuando se redefine el concepto de aprendizaje basado en proyectos y cuando se impulsa definitivamente esta metodología. William Heart Kilpatrick fue el autor encargado de hacerlo. Kilpatrick era un maestro estadunidense muy interesado
en las teorías de educación activa. Durante un período muy largo de su vida se ve muy influenciado por John Dewey, que
fue un pedagogo, psicólogo y filósofo estadunidense y uno de los mayores
representantes de la pedagogía progresista de Estados Unidos durante principios
del siglo XX. A raíz de esta relación con Dewey, Kilpatrick se involucra todavía más con el mundo de la educación y se convierte en líder de un movimiento
para modificar los sistemas educativos en los Estados Unidos. Como consecuencia de todo esto, Kilpatrick
presenta en 1918 su teoría sobre la Metodología por Proyectos y la plasma en su libro The Proyect Method. A pesar de que todavía se sigue utilizando la expresión de Método por Proyectos tal y como la definió Kilpatrick, en la actualidad se encuadra dentro de lo que se ha venido a llamar Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL). Esta metodología estaría dentro, por lo tanto, de las metodologías activas, junto con el Aprendizaje Basado en Problemas, el Aprendizaje Basado en Tareas, etc.
En cuanto a las características típicas del método, podemos destacar que se trata de la elaboración de proyectos realistas basados en una tarea o un problema altamente motivador y envolvente que el alumnado debe resolver o desarrollar. Otra de las características fundamentales de esta metodología es que la adquisición de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes ya que se da mucha más importancia al proceso de aprendizaje que al resultado final. En el aprendizaje basado en proyectos, el alumnado es el protagonista, evitando así su papel pasivo, mientras que el docente actúa como guía orientando al alumnado durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los proyectos que se plantean siempre tienen en cuenta los intereses del alumnado y están, a la vez, relacionados con el mundo real, de modo que para el alumnado va a tener una utilidad el hecho de llevar a cabo ese proyecto. Estos proyectos siempre se suelen llevar a cabo en grupos, de manera que se trabaja mucho la cooperación y la colaboración. Por lo general, se suelen incluir diversos recursos TIC para la elaboración de dichos proyectos así como la colaboración de otras asignaturas, teniendo los proyectos, por lo tanto, un marcado carácter transversal. Como característica final podemos destacar el hecho de que los proyectos suelen tener más duración que las lecciones o las tareas tradicionales, pudiendo durar semanas o incluso meses.
Otro aspecto a destacar del aprendizaje
basado en proyectos son sus diferentes fases. Existen diferentes
modos de ordenar un proyecto pero las fases generales que siempre se repiten y
que Kilpatrick menciona en su libro son las descritas a continuación. La
primera fase es la de presentación del proyecto, en esta fase el grupo se
enfrenta a una situación problemática a la que deben dar respuesta.
El proyecto surge como una necesidad real de saber, de conocer algo. La segunda
fase es la de planificación, en ella los estudiantes se plantean qué
saben de la cuestión y qué necesitan saber de esta y elaboran
estrategias para llevar a cabo el proyecto. La tercera fase es la de
realización del proyecto, en ella comienza una fase de investigación, con
los estudiantes organizados en grupos heterogéneos, a menudo dirigida por
una pregunta motriz. No existe un estudio previo de materiales para poder
abordar el proyecto, ni el profesor les prepara la información que van a
necesitar para abordado. Durante la elaboración del producto final que deben de
crear, se producen los aprendizajes de los estudiantes. La cuarta fase es la de
presentación del proyecto, en ella los grupos muestran al resto de la
clase cuáles son los resultados que han obtenido. Normalmente, este resultado
es un producto concreto, a menudo algo tangible. En algunos casos se
procede a hacer una presentación del proyecto. Finalmente tenemos la fase de
evaluación, en la que toda la clase se reúne para poner en común lo aprendido y
para volver a plantearse qué saben ahora de la cuestión y qué más necesitarían saber. Un proceso iterativo que convierte al proyecto en una especie de espiral
de aprendizaje que puede no tener fin, ya que, a lo largo de la investigación,
suelen surgir nuevas cuestiones y, por tanto, el inicio de un nuevo proyecto.
Como conclusión, cabe destacar que el aprendizaje basado en proyectos representa una alternativa eficiente que potencia las capacidades, competencias y habilidades del alumnado y fortalece sus valores. Sin embargo, el hecho de requerir de tanto tiempo lectivo y habitualmente también de bastantes recursos hace que no siempre sea la metodología más adecuada para llevar a cabo. Lo ideal, por lo tanto, sería emplear el aprendizaje basado en proyectos teniendo como base el libro de texto, o bien combinar esta con otras metodologías activas. Finalmente, os dejo una presentación elaborada por mí donde podréis encontrar mucha más información acerca de esta interesante metodología.
Joana Costas
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